Sr. Tiempo
El infinito. Al costado contrario de mi cama quizá no repose Afrodita ni la Venus de Milo. Has hecho mella en la tersura de su piel, las arrugas que revisten sus ojos son la muestra de tu trasegar sobre ella, su brillo sigue vivo aunque la refulgencia de su candidez ya no irradia igual.
El infinito. Al costado contrario de mi cama quizá no repose Afrodita ni la Venus de Milo. Has hecho mella en la tersura de su piel, las arrugas que revisten sus ojos son la muestra de tu trasegar sobre ella, su brillo sigue vivo aunque la refulgencia de su candidez ya no irradia igual.
Sus senos han dejado de apuntarme a los ojos como dardos al acecho, han dejado de retar a la gravedad y sucumbieron a la laxitud por tu poco permisiva costumbre de cobrarnos tus horas con la piel. Ese vértice entre sus piernas ya no es tan tórrido y candente como hace algunos lustros y su flácido vientre ha sido consecuente con los meses en que se sometió al estiramiento del embarazo.
Ahora camina un poco más lenta, dejando asomar un pequeño atisbo de la cadencia majestuosa que sus caderas detentaban en otrora. En fin, tu inclemencia hacia la materia ha ejercido su poder sobre ella como para demostrarte superior a su deleznable humanidad.
Mas sin embargo, sé que te has visto parcialmente vencido, pues detrás de aquellas arrugas en los ojos queda aún la mirada honesta y desquiciadamente amorosa de siempre, tras aquellos senos cabizbajos reposa un inmenso corazón que no se ha dejado maltratar por los manoseos de la vida, a quien también le debo una carta, por el contrario se ha hecho más fecundo en amor y más fértil en emociones.
Aquella coyuntura entre sus piernas, aquella que fue tan cálida y erótica ahora se enorgullece de haber sido una puerta con salida a la vida, ella me permitió conjugar mi savia con la suya bienaventurándome con la paternidad. De su andar ya no me fijo, me basta solo con caminar con ella de la mano, juntos, con la certeza del amor imperecedero, impasibles, más enamorados que nunca.
Así que mi querido e indefinido tiempo, tu trabajo en desgastar ha sido un poco en vano en lo que a ella se refiere, porque aunque tu inexorable reloj dé término a su vida, ella seguiría perenne en el corazón de su prosapia. De mi parte, te sabré decir que el malograr sus carnes no me restó la pasión, porque mi pasión hacia ella no surge de las entrañas sino del alma y para desgracia tuya no tienes poder sobre lo intangible. Sé que es tu trabajo y lo respeto pero hoy quería aclararte que tus alcances son limitados.
Después de escribirte estas líneas quería manifestarte el exacto motivo de esta misiva, la cual no lleva queja sino un previo aviso para que no te sientas ofendido por mí y pedirte mis disculpas de antemano, ya que, paradójicamente, hasta donde seguiré amándola es parte de tus dominios: hasta la eternidad.
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A veces solo algunas veces en el camino de la vida necesitamos sueños porque la vida te maltrata y duele y imagino felicidad donde estas?
ando buscándola cuando me di cuenta un día que yo hace tiempo que la encontré pero no sabia que era felicidad si toque con mis manos el cielo
ahora me he convertido en un buscador de la felicidad
oye tu seguro que la tienes pero crees que es lo normal se feliz ( porque cuando eres feliz no lo disfrutas) cuando estas triste entonces y solo entonces te das cuenta que tu ya encontraste la felicidad pero no te distes cuenta constanza