Mostrando entradas con la etiqueta te amo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta te amo. Mostrar todas las entradas

sábado, 18 de julio de 2015

te amo

Soy un buscador de la felicidad



Hola Alma:

Te extrañará esto, pero no sabía que hacer. Ya arrugué algunos papeles, otros sólo los emborroné, pero es que es tan difícil hablar, escribir, denostar sentimientos así de fácil.

Hace unos días nos reencontramos y ahora quisiera confesarte ciertas cosas.
La razón de invitarte ese café no fue disculparme de nada, porque yo te traté de la forma más especial que pudieras imaginarte, al menos en mi interior.
¿La razón? Amor.

Te conocí hace algunos años, a causa de la rondalla de la escuela, recuerdo perfectamente que nos presentaron en un ensayo general en el teatro de la ciudad, antes de una presentación de para escolares y tu expresión hacia mi fue: "Me caes muy bien".
Entre nosotros no hubo una gran despedida ni promesas de vernos.
No. No
Eramos los mejores amigos y así cada quien siguió si camino. Nunca faltó la ocasión para encontrarnos, y los concursos de rondallas fueron la principal causa.

Pero no todos los concursos, o mejor dicho, los encuentros fueron iguales.
El último fue totalmente diferente.
Como tantas veces te encontré por casualidad, pero al encontrarte no vi a aquella niña de siempre, aquella Alma con quien el trato fue siempre un tanto distante.
El momento exacto fue terminando de nuestra actuación, después de cantar y recibir muchos aplausos y un gran regaño de Ángel Alonso subí a la parte alta del auditorio y sin explicarme aún porque subí buscándote.
Después de los resultados, enojos y desilusiones te vi por última vez y nos despedimos.
¿Recuerdas que nos dimos un abrazo?
Para mi fue algo muy lindo, pero que al final tuve que rechazar, pues yo tenía novia.

Así pues, Paco me ayudó a encontrarte.
El te pidió tu mail y yo me encargué de escribirte. Discúlpame, tuve que inventar un pretexto para verte, lo siento en verdad.
Pero no pude evitarlo.
Así fue como me acerqué a ti y después de verte algunos días, de acompañarte hasta tu casa y platicar contigo las cosas se fueron dando.

Perdóname, perdóname pero una vez mas te mentí.
Cuando fuimos al cine... Paco nunca llegaría, yo lo sabía, pero es que tenía miedo a que tu te negaras a ir, discúlpame.
Aquella función para mi fue lo máximo, me recargué en tu hombro y tomé tu mano. Para mi fue la mejor parte de la película.
Al salir y despedirnos, tú lo sabes bien, nos besamos.
No sé que sentiste ni porque lo hiciste, para mi fue hermoso. Sentirte tan cerca y tocar tus labios... aún vivo con ese recuerdo.
Ahora las cosas han seguido su curso. Tú quieres que vayamos despacio y respeto tu decisión.
Pero es tan difícil callar y seguir.
Hace varios días que no te veo y te extraño. No sé si las situaciones se han dado para evitar que nos veamos o si tú te sientes incomoda de estar conmigo, después de todo esto. Si es así te entiendo.

Yo estoy dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario. Pero si tú quieres que me aleje lo haré, ante todo quiero que tu estés bien y si es necesario me alejo, pero no sin antes decirte lo que siento.

Te Amo, nunca pensé decírtelo ni sentirlo, pero las cosas son así. No pasa día sin que me acuerde de ti, te recuerdo y en mi pensamiento estas constantemente.
No importa que haga para distraerme, siempre mi mente encuentra cualquier buen pretexto para traerte de regreso. Vivo atado a un recuerdo de un momento, de un beso que para mi fue genial.

Sólo te pido, no te burles. Yo se que no entiendes como pasó todo esto, yo tampoco, creeme. Pero no digo mentiras, Te Amo, y me gustaría decírtelo de frente, pero disculpa, soy un cobarde que tiene miedo a sentirse despreciado.

Gracias por todo lo que en tan poco tiempo me has dado, y si alguna remota posibilidad tengo de llegar a tocar tu corazón por favor házmelo saber, que para nosotros, los soñadores, la esperanza es a veces lo único que tenemos.

Hasta pronto... Amor.