He aprendido a darme cuenta de la cruda realidad, de verla reflejada en mi persona, de sentir y saber que el sueño ha llegado a su fin dando paso a la inestabilidad. Es triste aceptar la resignación y mas cuando se sabe que es el suicidio diario.
Si todo esto es el resultado de mis errores, no me queda mas que darle paso a la aceptación.
Es demasiado triste despertar cada mañana y recordar que no estas conmigo, pero es mas aun cuando el corazón se niega a reconocerlo y la realidad lo obliga a entrar en razón, sumergiéndolo en agonía y dolor. No me quedan mas que recuerdos, recuerdos que alguna vez fueron hermosos, pero que ahora se han vuelto enemigos en todo su esplendor.
Tu recuerdo me mantiene viva, pero al ver que no te tengo, me mata sin compasión. Ahora la soledad y la amargura son mi mejor compañía y el cinismo mi mejor consejero. La vida no será como antes, ya nada volverá a ser igual...
Colaboración de Claudia Tobías