sábado, 5 de septiembre de 2015

el monje

Soy un buscador de la felicidad
Dos monjes, un anciano y el otro más joven, regresaban al templo caminando junto al río. De pronto observaron en la orilla a una mujer llorando desconsoladamente. 
"¿Qué te sucede?" -le preguntaron. 
La mujer respondió: "Mi madre que vive al otro lado del río está muriendo y no podré estar con ella porque me resulta imposible cruzarlo sola". 
El monje joven se lamentó: "Nuestros votos nos prohíben tener contacto con personas de otro sexo de modo que no podremos ayudarte, lo siento". 
"Yo también lo siento pero sigan tranquilos su camino"- dijo la mujer y prorrumpió nuevamente en un angustioso llanto. 
El anciano permaneció callado unos instantes, luego le dijo: "Ven mujer, súbete a mis espaldas, te cruzaré hasta la otra orilla". 
Así lo hicieron y miesntras la mujer agradecía emocionada una vez del otro lado, los monjes reanudaron su camino en silencio. 
Después de un largo trecho, el joven preguntó: 
"Dime maestro, ¿qué sucedió para que rompieras tus votos y cargaras a la mujer hasta la orilla opuesta?" 
"Dime tú ¿qué sucede?, yo ya la dejé, pero tú la sigues cargando.
 

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A veces solo algunas veces en el camino de la vida necesitamos sueños porque la vida te maltrata y duele y imagino felicidad donde estas?
ando buscándola cuando me di cuenta un día que yo hace tiempo que la encontré pero no sabia que era felicidad si toque con mis manos el cielo
ahora me he convertido en un buscador de la felicidad
oye tu seguro que la tienes pero crees que es lo normal se feliz ( porque cuando eres feliz no lo disfrutas) cuando estas triste entonces y solo entonces te das cuenta que tu ya encontraste la felicidad pero no te distes cuenta constanza