sábado, 18 de julio de 2015

genial

Soy un buscador de la felicidad


Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz, que sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a darle su sangre. Yo lo vi dudar por un momento antes de tomar una gran suspiro y decir: "Sí, lo haré si eso salva a Liz".

Mientras la transfusión se hacía, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, muy sonriente, mientras nosotros los asistíamos y veíamos regresar el color a las mejillas de la niña. De pronto el pequeño se puso pálido y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿A qué hora empezaré a morir?"

No había comprendido al doctor: pensaba que tendría que darle toda su sangre a su hermana. Y aun así había aceptado.

Da todo por quienes amas. Ama como nunca lo has hecho. No desprecies la amistad de tus amigos. Vive cada día con fe, amor y paz.

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A veces solo algunas veces en el camino de la vida necesitamos sueños porque la vida te maltrata y duele y imagino felicidad donde estas?
ando buscándola cuando me di cuenta un día que yo hace tiempo que la encontré pero no sabia que era felicidad si toque con mis manos el cielo
ahora me he convertido en un buscador de la felicidad
oye tu seguro que la tienes pero crees que es lo normal se feliz ( porque cuando eres feliz no lo disfrutas) cuando estas triste entonces y solo entonces te das cuenta que tu ya encontraste la felicidad pero no te distes cuenta constanza